En este blog mis colegas y yo hemos hablado de estrategia, de eventos, de jugadores y de formatos. Me parece que poner esos temas sobre la mesa es un paso adelante en el Magic chileno. Nos falta tomarnos más en serio, debatir y construir ideas comunes en torno al juego que nos une. Pero me sorprende lo poco que hablamos del juego en cuanto parte integral de nuestras vidas; el impacto que tiene y como administrar aquello. En las columnas de los sitios más solicitados tampoco se toca mucho el tema, y es por eso que hoy quiero compartir con ustedes una reflexión que parece un poco fuera de contexto. Espero que para algunos de ustedes tenga sentido, porque me parece que es un aspecto ausente y que no debe estarlo.
Quiero hablar de nuestra relación –en cuanto jugadores más o menos involucrados en Magic- con aquellas personas, familiares, amigos y, especialmente, parejas, que no juega ni entienden el sentido del juego. Lo hago por dos motivos, uno estrictamente referido al juego competitivo, un argumento estratégico si se quiere llamar de algún modo, y otro más humano, de carácter personal.
Quiero hablar de nuestra relación –en cuanto jugadores más o menos involucrados en Magic- con aquellas personas, familiares, amigos y, especialmente, parejas, que no juega ni entienden el sentido del juego. Lo hago por dos motivos, uno estrictamente referido al juego competitivo, un argumento estratégico si se quiere llamar de algún modo, y otro más humano, de carácter personal.
El argumento estratégico es sencillo de explicitar. Llegar a ser un jugador medianamente competitivo en Magic requiere de mucho tiempo, dinero y foco. Todos son valores altamente demandados y con un alto costo de oportunidad. El tiempo que pasamos en un torneo un día sábado podríamos invertirlo con nuestra familia, el dinero que usamos para comprar ese playset de tierras podríamos usarlo para invitar a la polola a comer y quedarse pegado pensando en que sideboard usar contra RG aggro implica no hacerlo en otras cosas como el trabajo o los estudios. Si no administramos este costo, es probable que en algún momento nos pille la máquina. Que aquello ocurra es contra-indicativo del propósito que originó el estado de cosas a partir del cual la maquina nos pilló en primera instancia; si juegas mucho Magic para mejorar, pero al hacerlo te quedas sin dinero para pagar las cuentas o sin tiempo para estudiar, lo más probable es que termines sin poder jugar Magic porque tendrás problemas más grandes que no poder ganar el PTQ de la temporada.
Si bien lo que estoy diciendo no es ninguna novedad, es llamativo el altísimo número de jugadores en nuestra comunidad que vive en constante conflicto por esto, sin poder alcanzar un balance entre las demandas del Magic competitivo y las demandas del “Mundo analógico”. El riesgo de no fallar en este respecto es agotarse, y en consecuencia tener que detenerse completamente. Quienes se retiran del juego porque ya no les interesa o se aburrieron lo hacen sin reproche o comentario de mi parte, pero quienes lo hacen por agotamiento deben entender que esa situación es evitable tomando algunas precauciones.
Priorizar torneos es el punto de partida. Mi modelo es sencillo, los PTQ y WMCQ son fijos y están marcados en sangre. Mi familia y polola están al tanto de la fecha y el lugar donde ocurrirán, de modo que saben que no estaré disponible y que los días previos están destinados casi exclusivamente a la preparación para aquellos eventos. Todo lo demás es negociable, con una escala de preferencia que es más o menos así, desde menos a más transable; MOCS, Pre-Release, Torneos conmemorativos (Aniversario Team Trios de Rivendel, etc),Game Day, GPTs, FNMs, torneos entre semana. Si tengo tiempo libre, iré feliz a cualquiera de aquellos eventos, pero renunciar a ellos cuando mis familia, amigos o polola lo requieren es algo que no sólo he aprendido a hacer, sino que me ha permitido valorar más aquellos eventos a los que sí puedo atender. Es importante que así como es necesario priorizar y no asistir a todo lo que se te cruce por delante, es igualmente importante comunicar adecuadamente cuando se trata de eventos que son importantes para ti. La idea es encontrar un justo medio.
Una segunda ayuda es Magic Online. Poder jugar en línea de manera competitiva y remota a la vez te permite compatibilizar horarios y optimizar tu tiempo. Son incontables ya las veces que un compromiso con mi polola o familia me ha impedido atender a un evento, pero que me deja un par de horas libres para disputar un Daily Event o un 8-man. Poder jugar después de la pega o antes de clases es también un enorme plus que los torneos de tienda a veces no ofrecen, porque obviamente sus horarios son más restringidos.
Otro paso en la dirección correcta es formar rutinas. Tu círculo de seres queridos puede adaptarse más fácilmente a tu exótico pasatiempo si pueden deducir patrones fáciles de percibir, como por ejemplo que los viernes en la tarde te desocupas de noche o que los sábados sales temprano de la casa. Si no tienes rutinas, tu comportamiento se vuelve errático para los demás y eso genera la percepción de que Magic ocupa más tiempo del que en efecto ocurre.
Pero más allá de estas recomendaciones de carácter logístico, mencione que había una faceta personal o “humana” involucrada en esta columna, que es la verdadera inspiración de este espacio. A lo que me refiero es que Magic es un pasatiempo que nos apasiona porque se trata de un contexto en el cual podemos expresar nuestras capacidades, nuestra inteligencia y demostrar que somos mejores que los demás. Hacerlo requiere de dedicación, esfuerzo y compromiso, y ese es un viaje que es inevitable querer compartir con quienes nos rodean en el día a día, jueguen o no a los cartones.
Más de alguna vez me he sorprendido a mí mismo hablando del juego con amigos que jamás en la vida han tapeado una tierra o usando referencias del juego para explicar una idea ajena al mismo. Afortunadamente quienes me rodean están habituados a mis excentricidades, luego de más de una década jugando juegos como DotA, World of Warcraft y Counter-Strike. Para otros es comprensiblemente más difícil compartir facetas o logros del juego con quienes no conocen los intrincados vericuetos del mashi, porque no han integrado ese tipo de juegos desde tan temprana edad.
A este respecto, he pasado por algunas fases que quiero compartir. Primero Magic era algo que tenía metido en el closet. Mis compañeros de Universidad ni sospechaban lo involucrado que estaba y nunca hacia menciones al juego en las redes sociales. Algunos llevan años haciendo eso y les ha funcionado. El problema que veo con esta manera de lidiar con el asunto es doble; Primero, no compartir una faceta importante de tu vida, al menos en su superficie, les impide a los demás conocernos de manera genuina. Intuyo que a veces hay algo de vergüenza, porque si el pasatiempo fuera jugar futbol o volar helicópteros dudo de la necesidad de ocultarlo del modo en que algunos ocultan el hecho que juegan Magic competitivamente. Obviamente se trata de una cuestión de grado, si solo juegas pre-release ocasionalmente uno puede pasar la vida entera sin comentárselo a nadie, pero si el pasatiempo involucra jugar torneos fuera de tu ciudad, invitar amigos a tu casa a draftear toda la noche o testear durante horas para el próximo PTQ, es prácticamente imposible hacerlo de manera disimulada. El segundo es que no veo el punto en estar con personas a las que hay que ocultarles las cosas que a uno le gustan en primer lugar. Si el miedo es a que tus amigos o tu polola rechace que te guste pasar tu tiempo tapeando criaturas, las probabilidades son que en realidad los que tienen un problema son ellos, no tú.
Obviamente con esto no estoy tratando de decirles que mencionar el juego sea un objetivo primordial en tu primera salida con una mina que conociste en un carrete o que debas usar una polera de Jace en tus entrevistas para buscar pega, pero eso es en el mismo grado en que no le hablaría de helicópteros a esa misma mina durante una hora ni iría a la entrevista con una camiseta del Palmeiras. El sentido común es obviamente un factor elemental, del cual yo diría que cada uno sabe en qué medida aplicar. En mi caso particular, yo luego de conocer a una persona por una buena cantidad de tiempo le menciono que juego cartas competitivamente, que asisto regularmente a torneos y eso es todo. Si ellos se interesan y me preguntan, voy a de poco conversando más del tema, sino, trato de no latear a nadie. La gran excepción es mi polola, la que algunos amigos del multiverso han bautizado como “La yiya”. Ella no entiende de magic y para ser bien francos, no le interesa, pero me escucha cuando le cuento anécdotas que ocurren con mis amigos del juego y a veces me acompaña cuando celebro mis triunfos o denostó mis derrotas. A veces se me pasa la mano y la aburro, pero estoy seguro que el hecho de poder compartir al menos la superficie de mi pasatiempo ha sido un enorme factor en el bienestar de nuestra relación –aunque para que andamos con cosas, jamás en la vida le contaré el valor real de mis mazos ni cuánta plata cuesta una maratón de Pre-release-.
Las relaciones inter-personales y su relación con Magic son un tremendo tema de conversación. Es imposible abarcarlo todo en un artículo, y me sorprende que más personas no lo toquen a menudo en los diversos medios con los que contamos para conversar entre jugadores. En el futuro seguiré escribiendo sobre lo que nos gusta; la estrategia, los mazos, los formatos y las “tesh”, pero por hoy, me parece que esto ameritaba una pausa. Nos estamos leyendo!!
Si bien lo que estoy diciendo no es ninguna novedad, es llamativo el altísimo número de jugadores en nuestra comunidad que vive en constante conflicto por esto, sin poder alcanzar un balance entre las demandas del Magic competitivo y las demandas del “Mundo analógico”. El riesgo de no fallar en este respecto es agotarse, y en consecuencia tener que detenerse completamente. Quienes se retiran del juego porque ya no les interesa o se aburrieron lo hacen sin reproche o comentario de mi parte, pero quienes lo hacen por agotamiento deben entender que esa situación es evitable tomando algunas precauciones.
Priorizar torneos es el punto de partida. Mi modelo es sencillo, los PTQ y WMCQ son fijos y están marcados en sangre. Mi familia y polola están al tanto de la fecha y el lugar donde ocurrirán, de modo que saben que no estaré disponible y que los días previos están destinados casi exclusivamente a la preparación para aquellos eventos. Todo lo demás es negociable, con una escala de preferencia que es más o menos así, desde menos a más transable; MOCS, Pre-Release, Torneos conmemorativos (Aniversario Team Trios de Rivendel, etc),Game Day, GPTs, FNMs, torneos entre semana. Si tengo tiempo libre, iré feliz a cualquiera de aquellos eventos, pero renunciar a ellos cuando mis familia, amigos o polola lo requieren es algo que no sólo he aprendido a hacer, sino que me ha permitido valorar más aquellos eventos a los que sí puedo atender. Es importante que así como es necesario priorizar y no asistir a todo lo que se te cruce por delante, es igualmente importante comunicar adecuadamente cuando se trata de eventos que son importantes para ti. La idea es encontrar un justo medio.
Una segunda ayuda es Magic Online. Poder jugar en línea de manera competitiva y remota a la vez te permite compatibilizar horarios y optimizar tu tiempo. Son incontables ya las veces que un compromiso con mi polola o familia me ha impedido atender a un evento, pero que me deja un par de horas libres para disputar un Daily Event o un 8-man. Poder jugar después de la pega o antes de clases es también un enorme plus que los torneos de tienda a veces no ofrecen, porque obviamente sus horarios son más restringidos.
Otro paso en la dirección correcta es formar rutinas. Tu círculo de seres queridos puede adaptarse más fácilmente a tu exótico pasatiempo si pueden deducir patrones fáciles de percibir, como por ejemplo que los viernes en la tarde te desocupas de noche o que los sábados sales temprano de la casa. Si no tienes rutinas, tu comportamiento se vuelve errático para los demás y eso genera la percepción de que Magic ocupa más tiempo del que en efecto ocurre.
Pero más allá de estas recomendaciones de carácter logístico, mencione que había una faceta personal o “humana” involucrada en esta columna, que es la verdadera inspiración de este espacio. A lo que me refiero es que Magic es un pasatiempo que nos apasiona porque se trata de un contexto en el cual podemos expresar nuestras capacidades, nuestra inteligencia y demostrar que somos mejores que los demás. Hacerlo requiere de dedicación, esfuerzo y compromiso, y ese es un viaje que es inevitable querer compartir con quienes nos rodean en el día a día, jueguen o no a los cartones.
Más de alguna vez me he sorprendido a mí mismo hablando del juego con amigos que jamás en la vida han tapeado una tierra o usando referencias del juego para explicar una idea ajena al mismo. Afortunadamente quienes me rodean están habituados a mis excentricidades, luego de más de una década jugando juegos como DotA, World of Warcraft y Counter-Strike. Para otros es comprensiblemente más difícil compartir facetas o logros del juego con quienes no conocen los intrincados vericuetos del mashi, porque no han integrado ese tipo de juegos desde tan temprana edad.
A este respecto, he pasado por algunas fases que quiero compartir. Primero Magic era algo que tenía metido en el closet. Mis compañeros de Universidad ni sospechaban lo involucrado que estaba y nunca hacia menciones al juego en las redes sociales. Algunos llevan años haciendo eso y les ha funcionado. El problema que veo con esta manera de lidiar con el asunto es doble; Primero, no compartir una faceta importante de tu vida, al menos en su superficie, les impide a los demás conocernos de manera genuina. Intuyo que a veces hay algo de vergüenza, porque si el pasatiempo fuera jugar futbol o volar helicópteros dudo de la necesidad de ocultarlo del modo en que algunos ocultan el hecho que juegan Magic competitivamente. Obviamente se trata de una cuestión de grado, si solo juegas pre-release ocasionalmente uno puede pasar la vida entera sin comentárselo a nadie, pero si el pasatiempo involucra jugar torneos fuera de tu ciudad, invitar amigos a tu casa a draftear toda la noche o testear durante horas para el próximo PTQ, es prácticamente imposible hacerlo de manera disimulada. El segundo es que no veo el punto en estar con personas a las que hay que ocultarles las cosas que a uno le gustan en primer lugar. Si el miedo es a que tus amigos o tu polola rechace que te guste pasar tu tiempo tapeando criaturas, las probabilidades son que en realidad los que tienen un problema son ellos, no tú.
Obviamente con esto no estoy tratando de decirles que mencionar el juego sea un objetivo primordial en tu primera salida con una mina que conociste en un carrete o que debas usar una polera de Jace en tus entrevistas para buscar pega, pero eso es en el mismo grado en que no le hablaría de helicópteros a esa misma mina durante una hora ni iría a la entrevista con una camiseta del Palmeiras. El sentido común es obviamente un factor elemental, del cual yo diría que cada uno sabe en qué medida aplicar. En mi caso particular, yo luego de conocer a una persona por una buena cantidad de tiempo le menciono que juego cartas competitivamente, que asisto regularmente a torneos y eso es todo. Si ellos se interesan y me preguntan, voy a de poco conversando más del tema, sino, trato de no latear a nadie. La gran excepción es mi polola, la que algunos amigos del multiverso han bautizado como “La yiya”. Ella no entiende de magic y para ser bien francos, no le interesa, pero me escucha cuando le cuento anécdotas que ocurren con mis amigos del juego y a veces me acompaña cuando celebro mis triunfos o denostó mis derrotas. A veces se me pasa la mano y la aburro, pero estoy seguro que el hecho de poder compartir al menos la superficie de mi pasatiempo ha sido un enorme factor en el bienestar de nuestra relación –aunque para que andamos con cosas, jamás en la vida le contaré el valor real de mis mazos ni cuánta plata cuesta una maratón de Pre-release-.
Las relaciones inter-personales y su relación con Magic son un tremendo tema de conversación. Es imposible abarcarlo todo en un artículo, y me sorprende que más personas no lo toquen a menudo en los diversos medios con los que contamos para conversar entre jugadores. En el futuro seguiré escribiendo sobre lo que nos gusta; la estrategia, los mazos, los formatos y las “tesh”, pero por hoy, me parece que esto ameritaba una pausa. Nos estamos leyendo!!
F. VALDIVIA
Yiyi
Yiyi
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